martes, 26 de febrero de 2019

La batalla


Ya está todo listo, cuarenta  grandes escritores se enfrentarán por ver quién es el mejor. Las reglas son claras, hay que arrojar al rival fuera del cuadrilátero.
Se da la señal de inicio y rápidamente los escritores latinoamericanos unen fuerzas, pero Cortázar traiciona a Neruda, eliminándolo.
Las hermanas Bronte atacan a Nabokov y a Carroll, que son salvados por James Joyce. Chejov ataca a Poe y Lovecraft lo defiende, se repite lo mismo con Stephen King, finalmente Murakami intenta un ataque sorpresa y es eliminado. Chejov junto a las Bronte eliminan a Nabokov, Carroll y Joyce, luego es traicionado y eliminado por Emily. Juan Rulfo, que poco estaba haciendo es eliminado por King. Vargas Llosa va por Cortázar pero es él quien termina afuera. No obstante, regresa al ring para golpear y eliminar a García Márquez, recordsndo una vieja bronca. Gabo exige regresar al ring, pero cuando sube recibe un empujon de Cortázar, ahora sí, es eliminado.
Rimbaud y Baudelaire conversan ignorando la lucha, este último se autoelimina cuando ve a Whitman acercarse  sin ropa. En medio de la distracción, Rimbaud también es eliminado. Walt se va a las manos con Oscar Wilde, y, sin verlos, chocan a Dickens y a Twain que también estaban peleando. Los cuatro terminan afuera.
Stephen King saca a Horacio Quiroga del juego al grito de "Mi terror es mejor" para que luego Agatha Christie lo elimine, ésta luego va y elimina a las Bronté, también descubre a Kafka en un rincón cual cucaracha, y lo manda para afuera. Cervantes va por Cortázar, pero sale volando y queda fuera, García Lorca intenta lo mismo, con la misma suerte y quedando colgado de un borde.
Duelo a puño limpio entre Agatha y Poe, Virginia Woolf elimina a Lovecraft para que no intervenga, repitiendo con Bradbury y Asimov.
Poe y Agatha derriban a Shakespeare y lo eliminan. Virginia es sorprendida y eliminada por Simone y Sartre, que a la vez es traicionado por su esposa y arrojado fuera.
Poe ahora tiene a Agatha contra las cuerdas, pero se detiene para eliminar a Simone, Tolstoi y Verne, que buscaban sacar ventaja. Al bajar la guardia es interceptado por Mary Shelley y Jane Austen, Hemingway salta en su defensa pero es eliminado por la autora de Frankenstein. Cortázar es quien lo salva, eliminando a las mujeres. ¡Traición de Borges hacia su compatriota, eliminándolo! El público queda en shock. La alegría de  Borges  dura poco, pues es  sorprendido por Dante, que lo manda afuera.
Duelo a tres bandas, Agatha lleva las de ganar, cuando intenta eliminar a ambos Poe se resiste, Dante no. Intenta una vez más pero los roles se invierten y es el de Providence quien permanece en la arena.
El autor de "El cuervo" se dispone a celebrar, pero... ¡García Lorca, que no habia sido eliminado, lo sorprende con una patada voladora y se convierte en el ganador!

Tertulia de poetas


—Una bebida más, por favor.
—Señor Baudelaire, ya es el cuarto vaso que toma—respondió el cantinero—y debo recordarle que aunque ya esté muerto, el alcohol en exceso sigue siendo peligroso.
—No te pago para que me aconsejes, te pago para que me des de tomar—Charles ignoró al joven y continuó bebiendo.
A las puertas del bar se hallaba Arthur Rimbaud, quien fijaba su mirada hacia las afueras.
—Eh, Arthur, ¿entras o no?—preguntó Charles, risueño, o mejor dicho, borracho.
—Walt Whitman ha montado un campamento nudista ahí afuera.
—Ah sí, es que no podemos permitirle entrar sin ropa aquí, reglas son reglas—señaló el cantinero—si quieres unírteles no hay problema, pero luego aquí te vienes vestido.
—Hmm, si Paul se entera me pega otro tiro, mejor me quedo aquí.
—Miedoso—le llamó Baudelaire            
—Señor Poe, ¿le gustaría leer alguno de mis poemas? Mire, este se llama Azatoth, si quiere se lo recito—Lovecraft, que no estaba invitado, se las había arreglado para colarse en la tertulia y ver a su ídolo, quien a su vez, estaba tratando de evitarlo.
—Ya entiendo por qué tiene su propio círculo allá abajo—pensaba Poe mientras buscaba algún lugar para esconderse hasta que lleguen los demás comensales—¿por qué Dante se tarda tanto en venir? ¿Se habrá perdido otra vez en el infierno?
Se oyó un portazo y todos los presentes dieron vuelta a ver quién había llegado, se trataba de Charles Bukowski. El cantinero resopló molesto, y sacó otro vaso para el ya mencionado.
—De lo que sea que ese esté bebiendo—dijo señalando a Baudelaire—dame el doble.
—No quiero que iniciemos una competencia de beber, Charles.
—Sabes que sí—dicho esto, ambos se miraron desafiantes mientras el cantinero sólo podia expresar su fastidio con su mirada.
Escondido en un barril de amontillado, Poe escuchó a alguien silbando una melodía mariachi.
—Por favor, que no sea él—pero lo era, Ambrose Bierce hizo acto de presencia, y se sumó a la competencia de bebidas, no sin antes abrazar fuerte a Edgar y dejarle una botella de mezcal de regalo—¿Qué les parece si empezamos a recitar, muchachos?
—Pero aún faltan invitados—señaló Rimbaud.
—Eso no me importa
—¿Y si lo dejamos para otro día? Creo que ninguno de los dos Charles está en condiciones de recitar algo—en efecto, ambos habían caído desmayados. El cantinero simplemente los miraba lamentándose.
—Sí, mejor así—se convenció rápido Edgar mientras abandonaba el lugar, mientras regresaba a su tumba, Whitman lo saludó y le preguntó de unirse al campamento, a lo que él respondió mostrándole el dedo medio y pensando—estas reuniones, nunca más.

lunes, 25 de febrero de 2019

Breve descripción del infierno

Creo que no necesito presentarme, ya todos conocen mi nombre, así que iré a lo importante, que en unos minutos tengo una reunión con el “jefe”, aunque esto es una cooperativa. Hoy vengo a contarles cómo se manejan las cosas en el Infierno. A diferencia de allá arriba, donde es todo libre albedrío y los guardias prácticamente están de adorno, aquí hubo que dividir el lugar en siete círculos, porque abajo hay mucha más gente que arriba, sí, primero eran siete, pero a un tal Dewey se le ocurrió que fueran nueve, como los de Dante, que, dicho sea de paso, no sé dónde está, dijo que se iba a una tertulia de poetas que organizaba Poe, pero creo que todavía está rondando por ahí. Cuando no tiene a Virgilio cerca se desorienta un poco.
Ya el primer círculo es una tortura. No, no para los que están ahí, sino para mí. Es que ahí están todos los filósofos que alguna vez renegaron de la existencia de, bueno, ya saben, “El todopoderoso”. Heráclito se la pasa pidiendo que le cambien las sábanas porque “ya no son las mismas”, Sócrates es un verdadero dolor de cabeza, a veces se escapa y baja a otros círculos a dar clases. Nietzsche está acurrucado en un rincón mientras habla del superhombre y no sé qué otras cosas, aunque nadie le presta atención.
En el segundo círculo tenemos a los lujuriosos. Con la llegada del Marqués de Sade esto se descontroló un poco y tengo que mantenerlos a raya cada tanto. No hay semana en la que no estén preparando alguna fiesta en conjunto con los golosos del tercer círculo. Siempre intentan convencerme de que les de permiso mandándome una canasta de frutas y con algún poema de Whitman. A esto debo sumarle las constantes quejas de los avaros del cuarto circulo. Yo siempre les digo que deberían ser como los del quinto, que nunca protestan por nada, es más, ni siquiera se esfuerzan en pensar, se la pasan durmiendo, encontrar a alguno despierto es como encontrar una aguja en un pajar.
El sexto círculo tiene algo en particular, ya que aquí deberían ir los herejes, basándonos en Dante, sin embargo, Dewey creyó que era mejor poner a todos en un mismo círculo, ateos y agnósticos. Aquí colocamos a Lovecraft, porque sus escritos me perturban hasta a mí, y es por eso que nunca paso para ver lo que está haciendo. De hecho nadie sabe nada.
El séptimo círculo es mi favorito, ¿por qué? Porque aquí vinieron a parar las peores escorias que pisaron la tierra, y me divierto bastante castigándolos. Si se trata de aleccionar soy el mejor. Y no, aquí no hay suicidas.
El octavo está vacío, no recuerdo bien para qué era, pero se convirtió en lo que yo llamo “el círculo popular”, porque todos los otros que habitan aquí lo usan para algo, excepto los del quinto. A veces algún violento viene a esconderse para evitar su castigo, en otras ocasiones ha habido clases de filosofía.
Me olvidaba, hay un noveno círculo que es en realidad mi oficina, donde hago el papeleo y envío a las almas al sector que le corresponda. También debo autorizar las salidas transitorias en caso de que alguien ahí en la Tierra esté jugando a la ouija. Todo esto sin recibir remuneración alguna, y es por eso que uso el piso de arriba como escenario de peleas con apuestas. Ya ven, de algo se tiene que vivir.


Reunión a la que se refiere el diablo: http://cafeytrapos.blogspot.com/2018/07/hablemos-de-los-mortales.html